Filtros SPF físicos y químicos en los protectores solares: ¿cuál es la diferencia y qué elegir?

Con la llegada de la temporada de sol, el tema de la protección solar se vuelve especialmente importante. La mayoría de nosotros ya sabe bien: el SPF es un paso obligatorio en el cuidado de la piel, incluso en días nublados. Pero cuando llega el momento de elegir un producto, surge la confusión: ¿filtro físico o químico? ¿Cuál es la diferencia entre ellos y cómo saber cuál es el adecuado para ti?
¿Qué son los filtros SPF?
Los filtros en los protectores solares son ingredientes activos que protegen la piel de la radiación ultravioleta. Se dividen en dos tipos principales: físicos (también llamados minerales) y químicos.
Filtros físicos (minerales)
Son el óxido de zinc (zinc oxide) y el dióxido de titanio (titanium dioxide). Funcionan como un espejo: reflejan y dispersan los rayos solares antes de que penetren en la piel. Los protectores solares con estos filtros suelen tener una textura más espesa y pueden dejar una marca blanca, por lo que a veces se evitan en el uso diario.
Ventajas:
- Actúan inmediatamente después de la aplicación.
- Menor riesgo de irritación, ideal para piel sensible.
- Son estables bajo la acción del sol y no se descomponen tan rápido como los filtros químicos.
Desventajas:
- Pueden dejar una marca blanca, especialmente en pieles morenas o bronceadas.
- A veces son más difíciles de extender y pueden ser pesados para el maquillaje.
Filtros químicos
Son una amplia clase de sustancias, entre las cuales están avobenzona, octocrileno, octinoxato, Tinosorb S/M, entre otros. Funcionan de manera diferente: absorben la radiación ultravioleta y la transforman en calor que se disipa de forma segura.
Ventajas:
- Texturas ligeras y casi imperceptibles en la piel.
- Adecuados para uso diario, especialmente bajo maquillaje.
- No dejan marca blanca.
Desventajas:
- Se debe esperar de 15 a 20 minutos después de la aplicación para que el producto comience a actuar.
- Pueden causar irritación o alergia, especialmente en piel sensible o propensa al acné.
- Algunos filtros (como la avobenzona) son inestables al sol y requieren estabilizadores adicionales.
Los filtros químicos se dividen en filtros SPF de nueva y vieja generación. Para más detalles sobre las diferencias, lee el artículo: “Todo sobre los filtros solares químicos de nueva generación”.
¿Qué elegir?
La elección depende del tipo de piel, estilo de vida y preferencias personales:
- Si tienes piel sensible, alérgica o infantil, es mejor optar por filtros minerales, ya que son más suaves y rara vez causan reacciones.
- Si buscas un producto cómodo para uso diario que no interfiera con la base, presta atención a los filtros químicos o fórmulas combinadas.
- Para la playa, deportes o exposiciones prolongadas al sol, lo mejor es elegir productos resistentes al agua con un SPF alto, independientemente del tipo de filtro.
Fórmulas combinadas — el punto medio ideal
Hoy en día, muchas marcas lanzan protectores solares que combinan filtros físicos y químicos para lograr la máxima eficacia y comodidad. Estos productos ofrecen una protección amplia (UVA + UVB) mientras mantienen una textura cómoda.
Conclusión
No existe un filtro SPF “mejor” o “peor”, sino el que es adecuado para ti. Lo importante es que te guste el producto y lo uses a diario, aplicándolo en la cantidad correcta. Después de todo, la mejor protección solar es la que realmente usas.
¡Tu piel te lo agradecerá!