Siliconas y sus tipos: lo que debes saber sobre estos componentes en la cosmética

Las siliconas están presentes en una gran variedad de productos cosméticos: cremas faciales, primers, sérums, bases de maquillaje, productos para el cabello, el cuerpo e incluso en maquillaje decorativo. A pesar de su popularidad, generan muchas controversias: algunos las consideran imprescindibles, mientras que otros evitan cualquier mención en la lista de ingredientes.
Entonces, ¿qué son realmente las siliconas? ¿Qué tipos existen y cómo afectan a la piel y al cabello?
¿Qué son las siliconas?
Las siliconas son polímeros sintéticos derivados del silicio (un mineral que se encuentra en la arena). En la cosmética, cumplen varias funciones:
- alisan la textura de la piel o del cabello,
- proporcionan deslizamiento (por ejemplo, en cremas o sérums),
- crean una película repelente al agua,
- reducen la pegajosidad del producto,
- aportan brillo.
Gracias a esto, la crema se aplica fácilmente, la base de maquillaje se desliza suavemente sobre la piel, el cabello se ve sedoso y el labial dura más tiempo.
Tipos de siliconas en cosmética
No todas las siliconas son iguales. Se diferencian según su comportamiento sobre la piel y el cabello, y especialmente según si se eliminan fácilmente o no.
1. Siliconas solubles en agua
Estas siliconas se eliminan fácilmente con agua, no dejan película ni se acumulan en los poros o en la superficie de la piel. Se consideran las más ligeras y menos problemáticas.
Ejemplos comunes:
- Dimethicone Copolyol
- PEG-12 Dimethicone
- Lauryl Methicone Copolyol
- Bis-PEG/PPG-20/20 Dimethicone
🔹 Frecuentes en sérums, cremas ligeras y productos capilares sin sulfatos.
2. Siliconas volátiles (evaporables)
Estas siliconas se evaporan de la piel o el cabello tras la aplicación, dejando una textura suave y agradable sin acumulación. Suelen utilizarse en maquillaje (especialmente en primers) y productos con protección térmica.
Ejemplos:
- Cyclopentasiloxane
- Cyclohexasiloxane
- Cyclomethicone
- Hexamethyldisiloxane
🔹 Son ideales para pieles grasas o mixtas, ya que no obstruyen los poros ni aportan peso.
3. Siliconas no solubles (pesadas)
Estas son las más temidas. No se eliminan con agua, pueden permanecer en la piel o el cabello, acumularse y formar una película. Esta película puede dificultar la “respiración” natural de la piel y dañar el cabello si se usan por mucho tiempo sin una limpieza adecuada.
Ejemplos comunes:
- Dimethicone
- Trimethicone
- Cetearyl Methicone
- Cetyl Dimethicone
- Phenyl Trimethicone
- Stearyl Dimethicone
🔹 Comunes en cremas densas, bases de maquillaje, primers, productos para piel seca y fórmulas con acabado brillante.
¿Cómo reconocer siliconas en la fórmula?
🔍 Busca palabras que terminan en:
- -cone (ej. Dimethicone)
- -conol (ej. Dimethiconol)
- -siloxane (ej. Cyclopentasiloxane)
Cuanto más cerca del principio esté en la lista de ingredientes, mayor es la concentración en el producto.
💡 Para comprobar rápidamente la composición de tus cosméticos y detectar la presencia de siliconas, puedes usar la función de comprobación de composición. Solo tienes que introducir la composición del producto en la ventana y recibirás al instante una composición detallada con las siliconas indicadas.
¿Es necesario evitar las siliconas por completo?
No. Todo depende del tipo de piel, los objetivos y los resultados deseados. Por ejemplo:
✔ Las siliconas volátiles son ideales para preparar la piel antes del maquillaje.
✔ Las solubles en agua son perfectas para fórmulas hidratantes ligeras.
✖ Las siliconas pesadas se deben evitar en uso diario, especialmente si tienes problemas como acné, piel grasa o poros obstruidos.
También es importante mantener una limpieza regular — la doble limpieza, los tónicos con ácidos o enzimas ayudan a eliminar los restos de siliconas y a evitar su acumulación.
Conclusión
Las siliconas en cosmética no son “buenas” ni “malas” — son simplemente una herramienta. Como con cualquier ingrediente, lo importante es saber qué usas, con qué frecuencia y con qué propósito. No todas las siliconas son perjudiciales, y no todas son necesarias. Elige de forma consciente, escucha a tu piel — y así tu rutina de belleza realmente funcionará para ti, en lugar de ofrecer solo un efecto superficial.