¿Qué significa el número junto al SPF: vale la pena elegir 15, 30, 50 o 100?

Cuando tomas un protector solar en las manos, lo primero que salta a la vista es el número junto a las letras SPF. SPF 15, 30, 50, 100... ¿Qué significa? ¿Siempre más es mejor? ¿Y cuál nivel es el adecuado para ti? Vamos a aclararlo — con palabras simples y sin tecnicismos innecesarios.
SPF: ¿qué es exactamente?
SPF significa Sun Protection Factor, o sea, factor de protección solar. Indica qué tan eficazmente el producto bloquea los rayos UVB, que son los responsables de las quemaduras solares y pueden provocar cáncer de piel.
En teoría: si tu piel se enrojece después de 10 minutos al sol, un SPF 30 te permite estar al sol 30 veces más tiempo, es decir, 300 minutos. Pero eso es en condiciones de laboratorio. En la vida real influyen otros factores: sudor, contacto con el agua, fricción con toallas, olvido de reaplicarlo, etc.
¿Cómo funcionan en realidad los diferentes niveles de SPF?
El número de SPF no aumenta de forma proporcional al nivel de protección. La diferencia entre SPF 30 y 50 es mucho menor que entre 15 y 30. Aquí unos datos aproximados:
- SPF 15 — bloquea alrededor del 93% de los rayos UVB
- SPF 30 — alrededor del 97%
- SPF 50 — alrededor del 98%
- SPF 100 — hasta el 99%
¿Ves? De SPF 50 a 100 el aumento es solo del 1%. Eso no significa que SPF 100 no funcione, pero no ofrece el doble de protección como muchas personas creen.
¿Tiene sentido usar un SPF alto?
Sí, pero no para todos ni en todas las situaciones. El SPF 50–100 puede ser útil para:
- Personas con piel muy clara, sensible o con afecciones cutáneas
- Después de peelings, láser, uso de retinol o ácidos
- En climas extremos: trópicos, montaña, playa
- Personas que no toleran ni pequeñas dosis de rayos UVB
Pero si estás en la ciudad, tu piel no se quema fácilmente y aplicas correctamente el protector (en cantidad suficiente y renovándolo cada 2 horas), SPF 30 o 50 es más que suficiente.
¿Por qué más no siempre es mejor?
- Sensación en la piel. Los protectores con SPF 70+ suelen ser más densos, pesados, pueden dejar rastro blanco o tapar los poros.
- Falsa sensación de seguridad. Con SPF 100, muchas personas se olvidan de reaplicar, pensando que es "muy fuerte". Ese es el error más común.
- Costo y consumo. Cuanto más alto el SPF, generalmente mayor es el precio. Pero el beneficio adicional es mínimo.
¿Qué SPF elegir para el día a día?
- Para ciudad u oficina — SPF 30 o 50
- Para días activos al aire libre, playa o montaña — SPF 50–100
- Si usas retinol, ácidos o te hiciste tratamientos — mejor SPF 50+
Pero lo más importante: ningún SPF funcionará si aplicas poco o no lo reaplicas durante el día. La mayoría de las personas usa solo el 25% de la cantidad necesaria, lo que reduce considerablemente la protección real.
¿Cómo aplicar bien el SPF?
- Aplícalo 15–20 minutos antes de exponerte al sol
- En cantidad generosa — alrededor de ½ cucharadita para el rostro
- Reaplica cada 2 horas, y también después de nadar, sudar o secarte con toalla
- No olvides las orejas, cuello, zona de los ojos y labios
Conclusión
El número del SPF no es solo marketing, pero tampoco es protección absoluta. No hace falta buscar el número más alto si no es cómodo o adecuado para tu piel. Es mejor elegir un SPF 30 o 50 que realmente vayas a aplicar correctamente y renovar con frecuencia. Porque ni el mejor SPF 100 te protegerá si lo usas en poca cantidad y solo una vez al día.
Así que, en lugar del lema “Necesito el SPF más alto”, elige:
“Voy a usar mi protector solar correctamente” — eso sí es verdadera protección.